El objetivo de este proyecto era escoger un objeto, hacer un análisis para poder conocerlo en profundidad y tras eso, elegir un público diferente del que tenía el producto anteriormente.

 

Finalmente, el objeto escogido fue la Silla Wassily, del diseñador y profesor de la Bauhaus, Marcel Breuner. La silla B3, como también se la conoce, es uno de los iconos del diseño, totalmente atemporal y tras casi 100 de vida sigue siendo un objeto muy cotizado con un precio de 3000€ en caso de ser original.

 

El público sobre el que se realiza el rediseño van a ser los niños y niñas, creando un espacio para que puedan disfrutar leyendo, dibujando, haciendo deberes o simplemente jugando.